| dc.description.abstract | Trabajo infantil es cualquier actividad que comprometa a niños y niñas, privándolos de sus 
derechos humanos y explotando su capacidad física o mental. Este fenómeno, suele tener como 
objetivo principal la obtención de ingresos económicos que beneficien al propio menor, a su 
familia o a terceros. La explotación infantil no solo vulnera los derechos fundamentales de los 
niños, también crea efectos profundos en su desarrollo físico y emocional, impactando su presente 
y su futuro. 
Muchos niños en situación de trabajo, se ven obligados a cumplir jornadas laborales 
agobiantes a cambio de bajas remuneraciones. En ocasiones, operan en entornos peligrosos o 
inseguros, sin dejar pasar por alto que, algunas formas de trabajo implican violencia directa hacia 
el menor. Estas circunstancias, además de comprometer su bienestar y desarrollo, también afectan 
su capacidad productiva, provocando consecuencias a corto y largo plazo.
Según el artículo “Trabajo Infantil:11cosas que debes saber”, escrito por Alonso del Val 
(2021) algunas consecuencias del trabajo infantil son las siguientes: afecta el desarrollo físico y 
emocional de los niños; los menores pueden llegar a desarrollar enfermedades, dolencias crónicas 
o desnutrición; son vulnerables a sufrir violencia y abuso sexual; en algunos casos son separados 
de su familia; tienen un bajo rendimiento escolar o abandonan completamente los estudios. 
Las repercusiones señaladas no son efímeras; más bien, evolucionan en el tiempo 
transformándose en secuelas que impactan la vida de las victimas incluso después de trascurrir 
varios años. Es por ello que surge la propuesta de emprender esta investigación de enfoque 
cualitativo, que bajo el título “Trabajo Infantil: secuelas en la vida adulta”, pretende explicar las 
consecuencias del trabajo infantil a largo plazo. | es_ES |