La United Fruit Company (UFCO), fundada en 1899, fue una multinacional que operó en varios países de América, principalmente en las regiones tropicales. Su sede estaba en Estados Unidos, y su principal actividad era la producción de banano, aunque también cultivaba caña de azúcar y cacao. UFCO se expandió por Centroamérica, el Caribe y algunas zonas de América del Sur, con el objetivo de exportar banano a los mercados de Estados Unidos y Europa. La llegada de UFCO a Bocas del Toro marcó un cambio significativo en la provincia, generando transformaciones económicas, sociales y culturales. La empresa implantó un modelo económico basado en el monocultivo, lo que revitalizó la economía local, pero también creó una dependencia excesiva de la compañía. Para facilitar la exportación masiva de banano, la UFCO desarrolló infraestructura como puertos, ferrocarriles, viviendas y carreteras. Sin embargo, este modelo favoreció principalmente a la empresa y no a la comunidad local. A nivel social, la UFCO provocó el desplazamiento de los habitantes locales y atrajo a numerosos inmigrantes de Centroamérica y las Antillas, lo que alteró la demografía y contribuyó a una mezcla cultural. La compañía controlaba rigurosamente a sus trabajadores, quienes enfrentaban condiciones laborales duras, con salarios bajos y largas jornadas. Además, UFCO suprimía los sindicatos, lo que desencadenó varias protestas. A pesar de que la presencia de UFCO impulsó la economía de Bocas del Toro y posicionó a la región como uno de los principales productores de banano, la dependencia del monocultivo y la concentración del poder económico en una sola empresa impidieron el desarrollo diversificado de la región. No obstante, Bocas del Toro sigue siendo conocida por la alta calidad y sabor de su banano, lo que la distingue de otros países productores.